Santiago Apóstol, el mayor patrón de España.
Santiago Apóstol, el mayor patrón de España.
Santiago el Mayor fue uno de los tres discípulos predilectos del Señor; su madre Salomé, pidió a Jesús Nuestro Señor que sus hijos Santiago y Juan ocupasen puestos destacados en su Reino, momento que Jesús aprovechó para profetizar a ambos hermanos su martirio; Santiago fue el privilegiado que asistió a la escena de la Transfiguración y que además fue admitido a presenciar la resurrección de la hija de Jairo; pero sin duda, el mayor gesto de amistad que tuvo Cristo con Santiago, fue cuando recibió el encargo de velar cerca del maestro en la noche de Getsemaní.
Santiago era natural de Betsaida, como Pedro y Andrés, y también como ellos, se dedicaba a la pesca en las aguas del lago de Genesaret, en compañía de su hermano Juan y de su padre Zebedeo. Un día estaban los dos hermanos remendando las redes, cuando acertó a pasar junto a ellos Jesús, y les dijo: "Venid en pos de Mí, Yo os haré pescadores de hombres". Y ellos, dejando las redes y la familia, le siguieron. Impetuosos y ardientes como el rayo, merecieron que el maestro les bautizase con el nombre de Boanerges, es decir "Hijos del trueno". Cuando el Señor les preguntó si estaban dispuestos a beber su cáliz, contestaron a una "Podemos", y desde entonces jamás desmintieron su palabra.
Después de la Resurrección de Nuestro Señor, Santiago predicó el Evangelio en Judea, Samaría y, según la venerable tradición, también llegó a España en el año 36; piadosamente se cree que cuando el Apóstol estaba más desfallecido, recibió la visita en carne mortal de la Virgen María, que aún vivía en Jerusalén. Sería la primera aparición mariana reconocida, que tuvo lugar a orillas del río Ebro, en la actual Zaragoza, donde se edificó el primero de los muchos templos marianos de la cristiandad.
Regresa a Jerusalén. En el año 44, las autoridades judías desatan una violenta persecución contra la naciente Iglesia Cristiana, durante la cual muere el Apóstol Santiago cortándole la cabeza con una espada. Sus discípulos recogen su cadáver y lo embarcan con dirección a la Hispania Romana. La nave desembarca misteriosamente en la costa marítima gallega, donde, entonces, reinaba la reina Lupa.
Informada de ello, la reina manda depositen su cadáver en un carro tirado por una junta de bueyes.
Misteriosamente lo llevan a su palacio situado en el monte, llamado Pico Sacro, donde al verlo, se convierte y bautiza. Ordena que su cuerpo sea enterrado donde los bueyes se paren y no puedan tirar más del carro. Cansados se paran definitivamente en el lugar donde actualmente se halla la catedral compostelana. Los nativos excavan una tumba, y allí entierran su cadáver.
A principios del siglo IX, en el año 813, un ermitaño llamado Pelayo vio durante una noche a una estrella que brillaba grandemente sobre una colina rocosa próxima al río Sar. Se lo cuenta a los demás ermitaños y pastores que perciben lo mismo. Se aproximan y oyen una música lejana misteriosa como de Ángeles. Se lo comunican a Teodoro, Obispo de Iria-Flavia, quien les manifiesta que allí está la mano de Dios.
Visitan dicho lugar, desbrozan la maleza y encuentran una pequeña tumba, donde hallan tres cadáveres que atribuyen al Apóstol Santiago y a sus dos discípulos, Teodoro y Atanasio. Llaman a este lugar “Campus Stellae”, (Campo de la Estrella, o Compostela). Comunican dicho hallazgo al rey Alfonso II, el Casto, quien desde Oviedo se traslada a al mismo. El rey manda levantar un pequeño templo de piedra y barro en su honor y un pequeño monasterio para varones.
El hallazgo de las reliquias del Apóstol Santiago produjo una enorme alegría y una gran esperanza en toda Cristiandad infundiendo una gran fuerza y poder a los cristianos contra la invasión islámica. El rey Alfonso II, el Casto, comunica dicha noticia al papa León III y al emperador Carlomagno. Monjes y laicos cristianos vienen a ver su tumba para implorarle protección, amparo y vida. Ello lugar al nacimiento de las peregrinaciones a Compostela y a la figura del peregrino.
El Patronazgo del Apóstol Santiago sobre España se pierde en la Historia; del siglo VIII es un himno que lo exaltaba como Patrón en el Reino de Asturias. Los Reyes Católicos, en el siglo XV se refieren a él como “luz e Patrón de las Españas, espejo e guiador de los Reyes dellas”.
Amén !!!